Sobria, disfruto de tus versos,
vivo de todos tus momentos,
todas las luchas que escribes,
victorias y derrotas siendo tú.
Nada te avergüenza porque
a cada paso le imprimes
tu auténtico sello, bueno
o malo, pero al fin es tuyo.
No llevas caretas, vas libre
como el viento, no te ufanas
de nada, no mientes, no alardeas,
eres sencillamente único.
Generoso, humilde y silencioso;
vas por la vida con el alma
desnuda y el corazón en la mano,
haciéndome amar... la vida más.