Loren Idárraga

Se aleja...

Era de esperarse, ya sabía que no tendría el privilegio de posarme en tu pecho una vez más
Lo sabía, lo percibí.

Era usted quien me generaba tranquilidad y a su vez terminó quitandomela
¿Porqué?

Terminaré por odiarle como siempre hago con quienes me rompen el alma y el corazón sin piedad...
Aunque para que miento, si aún sueño que con el color de su voz, el sonido de su risa y hasta el sabor de sus besos...
Y como hacer caso omiso a sus ojeras...Si, esas tan notorias, encantadoras e intimidantes ojeras.

Hágame el bendito favor, si es que usted es quien se robó un pedazo de mi, sin permiso alguno y ahora estoy en el ayer de mis mejores momentos a su lado y mi realidad es la de un caos sin su dichosa presencia..

Aunque no lo vuelva a ver, tengo la fortuna de contemplarle en las noches por medio de un sueño o quizá en la sala de mi recinto mientras tomo un café taciturnamente.