Fátima Aranda

Fotograma

Todo es falso en la avenida.

Todo es tibio,

gris, plomizo,

y adquiere ese deje enfermizo

con gusto a herrumbre

y tono ajado

de verde cobre oxidado. 

Todo miente,

se enmascara

y se abre paso entre el ruido ahumado

de cláxones

y velas de almas

que apenas surcan las aceras

de puntillas.

El atardecer se viste

con sus rayas

diplomáticas de sastre

mostrando

el lado más escualo de la vida.

Y en medio del café de siempre,

justo en esa mesa

que forma una isla

junto al cristal tintado de la ventana,

rozando con las puntas de los dedos

una pantalla iluminada

sobre leyendo

las mismas frases repetidas, Tú,

esperándome para resguardarme

de la lluvia ácida de una ciudad

que me arranca, inmisericorde,

la piel a tiras; 

y un capuccino con espuma 

de corazón de chocolate.

 

Luz De Gas