Hoy te vi y me sonreiste,
Entraste y me saludaste,
En mi corazon creciste
Y delicadamente me tocaste.
Flote en un viento divino,
cuando entre mis sueños,
desperte ante el cruel destino,
que de mi felicidad se torno dueño.
Que maldito el destino,
divino regalo el entregado,
pero al colocarte en mi camino,
Por fin me ha derrocado.
Belleza de piel morena,
Sonrisa radiante,
Piel suave como la arena,
Y una mirada deslumbrante.
Te ayudo en mil maneras,
Juegas y me agradeces,
Nuestra edad ni se diferencia,
Te vas pero mañana regresas.
¿Es que eres la mujer perfecta?
¿Eres mi sueño realizado?
¿Acaso he de ve volverte princesa?
¿O he de luchar contra el pasado?
No lo se, pero maldito destino,
Que ha vuelto a mi peor enemigo,
Una inocente en mi camino,
No mas que una niña que apenas ha vivido.