Vibrantes como el soplo de los vientos,
y frescos como gotas de rocío,
así palpitarán tu amor y el mío,
llenando de ilusión los pensamientos.
Serán un mar de luz los sentimientos
que libren nuestras almas del hastío;
viviendo el paraíso de albedrío,
que ofrece los placeres suculentos.
Seremos de pasión devotos fieles
temblando de emoción escandalosa;
sintiendo los aromas de claveles
que fluyen de tu estampa majestuosa;
que tienen la cadencia de rabeles,
que inspira incontinencia borrascosa.
Autor: Aníbal Rodríguez.