Carlos Eduardo

Siniestro

 

Salí temprano,

¡ah!

me olvidé de decirle que apagara la tetera.

Volví tarde

ella estaba feliz en la calle sentada en una silla:

ahora podremos cambiarnos de casa, dijo. 

 

Con tan poco se puede hacer dichoso a alguien

es cosa de poner atención en lo que le importa.