La hoja
Tan muerta como su epidermis
vuela la hojas seca, que el viento arrastra.
Con su destino sombrío, arquea sus aristas
y en el intento se quiebra.
Oh no quieras corazón, ser como la hoja seca.
Abre las alas de tu tiempo infinito
y vuela al encuentro de las horas ocultas
Ellas entrañan un mundo de palabras que te pertenecen.