Leonardo E. Arteaga Ibarra

Lunas de Octubre

Como el frío invierno me dejaron tus besos

en el otoño infierno de un amor que parecía eterno.

Como el joven soñador me dejaron tus desprecios

y sólo me quedaron poemas que no tienen precio.

 

Octubres otros me encontré con depresión y delirio

por la inalcanzable, blanca, pureza de lirio.

Por momentos los nocturnos parecían romances

y los ocasos auroras boreales.

 

La estructura de los versos

se confundía con las olas de los mares

y los poetas volvían de tumbas y cementerios

a escribir melodías y sonetos.

 

Pero como todo lo mortal el siempre se vuelve instante

y lo instante una noche distante.

Por primera vez escribo para mí, para mis lunas de octubre

y un noviembre sin lumbre.