Mirando el mar descubro algún momento
que me acerca al recodo más sensible
de todo lo posible y lo imposible
que puede hacer valer el sentimiento.
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Detrás de tal instante hay el aliento
de aquel que llegó al punto más visible
de un fantástico mundo irresistible
con poemas de amor como instrumento.
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Mirando el mar asoma intermitente
la nostalgia, soltando algún motivo
preñado de cariño y de ternura.
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Hay un vacío más en el presente
y tal como lo veo , lo recibo ,
con la pena abrazando mi escritura.
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Al amigo y poeta, BamBam.
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Fotografía y poema:Ramón Bonachí.