No te fíes corazón de mi silencio
No…no te fíes de mi resignación
Porque puedo en un rapto de demencia
volver a tu vida con la misma locura
que sentías por mí y yo por tí
lo peor cariño es que puedo contagiarte de ella
No…no te confíes amor, de mí y mi prudencia
porque puedo en un momento de nostalgia
olvidar mi cordura y discar tu número
solo para escuchar tu voz y recordarte
que aún tu sangre hierve
cuando mi susurro te acaricia,
el deseo sobrevive en tu piel
y tu hombría no puede negar
lo que aún sientes por mí
No amor… no te fíes de mi sensatez
porque ella se arrodilla frente a esta locura
que has despertado nuevamente
en mis emociones y sentimientos.
No te fíes amor… no te fíes porque no es fácil
resignarse al olvido cuando se sabe y se siente
que ninguno de los dos pudo matar el recuerdo.
Ángela Grigera Moreno
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