Fátima Aranda

Castañas

¿En qué momento del camino alguien

cambió la dirección del viento?

¿En qué interludio

intercambió los papeles

principales en el guión de esta obra?

¿En qué nudo de la travesía

dejaste de ser

el timonel de este barco para convertirte

en el más preciado pasajero?

¿Cuándo, sin darnos cuenta,

dejé de mirarme en la luna

del armario de tu cuarto

mientras me trenzabas el pelo?

Hace tanto ya que ni me acuerdo,

o quizá fuera ayer si tengo en cuenta

como manejamos los tiempos,

tan generosos, que aún dejan

que te devuelva el guante

que acaba con la frialdad de tus manos.

Las froto, e inocentemente, te ríes,

y haces que yo también sonría

mientras veo la felicidad de tus ojos

reflejada en el centro del universo

de un canastito de castañas.

Luz De Gas