I. Preludio
Amor, sólo tú eres necesario:
dame la inocencia nuevamente
y llenaré de ti el mundo.
La vida que sueño
y que tantas veces
pone en ti su gloria
desde el principio, ¿dónde está?
-¡Oh, no es suficiente
para conservar tu imagen
seguir la música
del recuerdo!- Seguramente
se quedó en mis manos.
II. Signo
¡Sí; el amor anuncia su secreto
arañando cielos y planetas!
(Bendita la vida no pensada
que llega libre, para salvarnos.
Bendito el árbol que se aferra
con su latido a los ojos de Dios.
Bendito aquel que roza la verdad
pero no llega nunca a poseerla).
El amor se sucede en oleada
palpitante de sueños imposibles
-¡oh benditas las noches que encuentran
la llama de tu deleite puro!-