Alimentación …
La indiferencia aún duerme, tras muralla escondida;
para lograr así siga y domine tanto dolor.
Grite el silencio y atraiga; lo convierta a fuerte clamor;
que el espíritu anime, a todos, una mejor vida.
¿Dónde el albor?
Sintiendo siempre el hambre; pero sin tener comida;
no conociendo esperanza; perdiendo todo el pudor.
Del mundo, cuanta bajeza; olvidamos el fervor;
cruel destino del hombre, con una conciencia así ida.
¡Cuanto hedor!
A niños negamos futuro, al ver que son ajenos;
obligación no sentimos; acallamos el ruido.
Nuestro corazón duro, haciendo que seamos mezquinos.
Esta roído.
A todo desatendemos, ocupando el buen nido;
peleando cada duro, nos sentimos amenos.
Sin dudar nos afanamos; no damos ni un chillido.
Pobres hermanos.
Todo lo sufrido.
Solo tenemos que hacer; imposible demorarlo.
No dejemos perecer ¡Si, podemos evitarlo!
José.-