juanestrada

Tiempo

No me riñas

amor

porque no le canto

a la luz de tus ojos

o la bendición de mis hijos.

 

Voy caminando

el día

con la cautela de un gato;

mullidos pasos de felpa en

el polvo suspendido en

la luz de la mañana

y en el silencio de las

horas grises y solas de las tardes.

 

No me riñas

amor

porque me rondan

las palabras

muerte y olvido,

recuerdo y adiós;

es el tiempo,

no más,

que tic tac,

tic tac

gotea en algún recodo

de mis años.