Te asustas y me asustas
un día me quieres
y al otro día me odias
es como si los dos
nos odiáramos después
de querernos, allí, donde más
nos queremos, nuestra cama.
Por las mañanas cuando
me marcho al trabajo,
me miras por la ventana,
cuando me estoy alejando
cuando me pierdes de vista
y yo, te sigo pensando
aun que tú no estés y no
vallas conmigo.
Por la tarde, me esperas
en la puerta de nuestra casa,
y me gusta, me encanta
alzas los brazos al aire
dejándolos caer en mis hombros
para abrasarme y darme el beso
de bienvenida, y el canto de algún
pájaro escondido entre las ramas
que se alegra de vernos en el
comienzo de la tarde, cuando
el sol se oculta en el ocaso.
Me gustas y nos gustamos
al comenzar la noche, cuando golpea
el viento en la ventana y nos
avisa, que por fin llegará la lluvia.