Geoglifos del adiós de tu ruptura
conforman, por mi piel, un caligrama;
las ruinas de unos versos a una dama
que ahora son mi propia sepultura.
Sus líneas representan la amargura
que sufro con los trazos de este drama
y envueltas en un negro criptograma
exhiben, tras tu marcha, mi tortura.
Su alzado, a mi sosiego, lo atormenta
y horrible, de por vida, me ornamenta
por medio de la angustia en que reposa.
Refleja el desamor en que me imbuye
e injusto me consterna y me destruye
poniéndole una lápida a mi fosa.