Fernando?

Luna nueva

Juraste que un día inesperado volverías, el sólo pensarlo era incomparable alegría.

Quebraste el cristal que nos dividía, mientras la luna nueva aparecía.

Pasé algunas noches sin dormir, pero pensar en ti me causaba una sonrisa. 

Lloré al evocar con una estrella los detalles que describían tus virtudes inigualables.

Una lágrima se derramó en mis zapatos, parece ironía, pero la luna me sostenía.

Sentí que el manto de estrellas me protegía y tu recuerdo me sonreía.

Bendito tu amor, estuve despierto, aunque probablemente no regresarían.

Nunca olvidé que siempre cumplías aquello que con el alma prometías.

La luna al llegar con luces de eternidad, me sostenía, a pesar de la nubosidad.

Igual que armonía, tu voz me envolvía, la soledad no causó estragos, como solía.