Por ti enredé las hojas arrugadas del otoño
para que florecieran como la primavera,
detuve la luna al pintar de oscuro la madrugada
y quedarnos un poco más bajo la noche romántica,
inventé el freno para detener el tiempo
y los segundos que marcan el reloj
se detengan en nuestro mundo.
Por tí construí la octava maravilla,
pinté de sábanas verdes el desierto del sahara,
borré las nubes grises del cielo,
con mis lágrimas apagué el incendio
de los bosques asfixiados por el verano
para extender el edén a nuestro alrededor.
Por tí cerré las fronteras del espacio
que nos alejaron por instantes,
convertí en círculos la línea del tiempo
para encontrarnos en el mismo lugar,
donde aprendimos a moldear el amor
como arte ostentoso de nuestras manos.
Por tí inventé un nuevo idioma
para que los suspiros pronuncien tu nombre
y el silencio sea el lenguaje mismos de tus versos,
enterré los miedos en el olvido
y sumergido en el cristal de tus ojos
volví a creer que amar es soñar para vivir
porque soñar despiertos es tocar la realidad.