El Reino de Dios acoge a Ana Verónica para que desde su Fe esparza pétalos multicolores de bendiciones para cubrir y proteger a sus hijos, Santiago, Guillermo y Rodrigo, bajo la batuta de su papá, William Alexis, sus abuelas Pili y Rebeca, su abuelo William, su tía Maryori y toda su familia.
Ana Verónica fue una dama, una hija noble, una sobrina amorosa y una madre abnegada. Además una profesional global que supo combinar sus compromisos profesionales con los quehaceres del hogar. Guerrera, solidaria, amable y justa, cumplió un ciclo y una misión en la vida terrenal y ahora, desde la la vida eterna exacerba el amparo hacia sus seres queridos.
Querida sobrina tu adiós nos sorprendió, no obstante entendemos que tu partida al encuentro con Dios es la oportunidad para seguir cuidando de tu familia, de la que fuiste la fuente de la confraternidad y del amor. Te queremos y te llevamos en cada latido de nuestros corazones. Descansa en paz y que brille para ti la luz perpetua. Bendecido reencuentro con la abuela Mercedes y todos los seres queridos que volaron antes. Dios te bendiga!