Ella le ha dado un precio a su alma, quiero creer que estoy equivocado, no puedo
juzgarla; lo supe mucho antes de que se identificase con el cuadro, esto no es nada
nuevo. Su necesidad se convierte en deseo y esta a cambio de algo; en placer.
Las reglas solo necesitan ser detalladas; algún nuevo anónimo ansía su piel.
Ahora solo busca disfrutar del suceso cada vez va sintiendo menos miedo.
Su aroma es seducida por la bruma, ya no quiere estar sobria su alma. Aspira
profundo, su veneno antídoto; ahora está lista para el encuentro.
Ha vendido su alma a miserables, pero siempre existen los nadie, nunca, soledad
y siluetas; nadie se queda. Ya poco le interesa la permanencia, poco le interesa
quien quiera quedarse, ella siempre decide cuando acercarse; como ese animal
que sabemos. Pero esta vez la necesidad la obliga; lo difícil, lo correcto, lo fácil,
la dignidad “al borde del fracaso”.
Muchas veces uno crea el destino; no esperes que todo sea fortuito. Ya no importa
el suceso, la he respetado siempre. Es obstinada; se va quedando en el vuelo.
Decidí no irme, solo voy y vuelo, también llevo un rumbo fijo, ha decidido no
seguirme; puedo entenderla. Solo deseo encontrarla contenta, pisando senderos
correctos, acompañada de la sabiduría, en contra de incorrectos desaciertos.
Fui solo un espectador cuando soñé con tu momento de calma; pude ser feliz.
Daniel Villarreal
Amanecer- Foto Daniel Villarreal 30/06/2016 5:03 am Quito -Ecuador