Me puse a bailar y me cortaron las piernas.
Me puse a pintar y me cortaron las manos.
Me puse a cantar y me cortaron la garganta.
Me puse a gritar y me taparon la boca.
Me puse a llorar y me silenciaron.
Censuraron el arte y ahora los abrazos son un tabú.
Nos crearon el miedo de tocarnos por temor a nuestras vidas.
El mundo solo esta existiendo, sin motivo aparente.
Quién sabe cuántos años tengan que pasar.
Prefiero morir por un beso, que a sobrevivir tras una pantalla.
Ahora digitalizamos la realidad y suspendimos la verdad.
¿Quién tiene la razón de este asqueroso mundo
que nos silencia y nos lastima?
El caos silencioso de una cámara de gas,
que nos encierra y nos aleja de lo natural.
¿Cuándo fue la última vez que nos tocamos?
Tenemos miedo de ser humanos,
y vivimos como ratas,
encerrados.
Prevemos nuestra salud,
pero nos estamos volviendo locos.
¿Qué es lo realmente importante?
El sapiens fue consciente de sí mismo
y dibujó su lucha.
El sapiens se excitó ante la vida
y la bailó.
El sapiens se enfureció con la humanidad
y aprendió a cantar.
¿Dónde estamos?
Me quitaron el arte,
y no había tenido
tantos deseos de morir
como hoy.