No necesito que me quieras
estando en el fondo del abismo,
no quiero que me quieras
cuando la tormenta moje tú ropa,
ni en el otoño, ni en el invierno.
No quiero que me quieras
triste, pálida, si ganas,
no lo hagas cuando haya oscuridad,
cuando no haya camino.
Quiéreme en la primera y verano,
cuando consigas tus logros y anhelos,
hazlo estando en la cima de la cumbre,
cuando despiertes del espejismo,
al saber que estás llena, sin tristeza,
felíz, colorida, tierna.
Ahí quiero que me quieras,
cuando tu mente y corazón
estando llenos de felicidad,
guarden un espacio para mí.