Rosita de Mendoza

Mientras riego los geranios...

Riego los geranios rosados, blancos y rojos

los jazmines de lluvia coronan el patio

mueren lentamente las violetas de los alpes

marchitas en las siestas del verano.

Me gusta mojar mis pies y salpicarme el vestido,

Emana la tierra húmeda el vapor del suelo

y me embriaga una sensación de bastedad

No hay odio, no hay rencores, no hay culpas.

El pasado se desvanece, busco rostros y sentires que ya no recuerdo

Qué frágil es la memoria, la vida entera me cabe en este segundo

Y sin muchas razones,

la esperanza se me instala en el alma

cuando veo los brotes nuevos, las hojas lozanas y brillantes

Y aunque parezca una vulgar conformidad 

este mate...

y  el perfume del jazmín

y tu beso...

y tu ternura...

y tu canción desafinada...

me alcanzan para ser feliz.