Cuando en las cálidas noches de estío
destilas tus exquisitas fragancias,
tu perfume, como dulce aguijón
de áurea abeja, hiere mi pituitaria.
El argentino aroma de tus flores
besa los labios sedosos del aura
en las álgidas horas de la noche
en que mi pecho por ti se abrasa.
Tus esencias se funden en el aire
como los suspiros que exhala el alma
y lloran a la luz de las estrellas
fragantes lamentos y dulces lágrimas.
Suaves bálsamos embriagan la noche
con el elixir de tus fragancias,
cual gotas de rocío que sublima
tu mirada de verde esperanza.
En las claras noches de estío, cuando
la luna llora lágrimas de plata,
tu perfume evoca en mi corazón
lejanos aromas de dicha y calma.
Aromas de nostalgia