En una dulce alborada,
Bello y claro amanecer,
Descubrí un bello ser
De una presencia sagrada;
Se allegó hasta mi almohada
Y me hizo estremecer,
Su misión es proteger
Y proclamar su llegada;
Viene una época de paz
Do reinara la armonía
Y la caída jamás
En letal melancolía
Afectará ya más
Pues reinará la alegría…