No deseo más tristeza en mi vida, ni más tropiezos que sortear,
ni más lágrimas que derramar.
A Dios ruego curar mi corazón, que lo llene de alegría y mucho amor.
Elevo mi voz al cielo y con los brazos alzados hacia EL, grito:
¡Dios, escucha mi lamento y sana mi corazón!
Para que ni siquiera de noche sienta la oscuridad,
para que al llover, vea el arco iris brotar,
y mi alma otra vez en calma estará....