Recuerdos de un loco.
Roncando, en mis sueños te veo.
Jugando a mi lado un videojuego.
Disfrutando un episodio de una miniserie vieja.
O haciendo pizzas en los domingos de invierno.
Escuchando chatarritas con o sin compañía.
Recuerdo tu bigote poblado,
Tu cabello enredado.
El olor de tus pies y el sabor
De las pizzas en los domingos de invierno.
Reminiscencias de tus borracheras eternas,
De peleas de pareja, de discusiones dispersas.
De negativas del habla, de reconciliaciones vagas.
Entiendo que no tuve tiempo,
Tampoco me lo diste.
Entiendo que no te comprendí,
Tampoco me lo permitiste.
Aprendí que no fue tu culpa,
Que fueron hechos raros de vidas irónicas.
No recuerdo como eran tus oídos.
Tampoco tu color favorito,
Ni tu libro, ni tu idilio soñado.
No se el porque. Ni la causa.
Pero día a día sufro el efecto.
¿Dime que paso? ¿Que te hice?
¿Fue por ser tu hijo? ¿Por no serlo?
¿Fue por quererte? ¿Por no decirte?
¿Fue mi madre? O mi hermano?
Pero dime ¡carajo!
¿Por qué te fuiste?
¿Por qué nos dejaste solos y partiste?
¿No ibas a ser un mendigo?
¡Eso me dijiste antes de irte!
¡No cumpliste lo prometido!
¡Te fuiste! sin decirlo
Me dejaste a cargo…
¡No estaba preparado!
He sufrido, no lo niego
Pero superarlo he conseguido.
Lo malo, es que por hacerlo.
Tu recuerdo se me pierde.
De tu cara poco tengo.
Recuerdo tus virtudes…
Pero sufro tus defectos….
Al partir, te llevaste la mitad de todo.
De mi madre, de mi hermano, de mi recuerdo
Pero me dejaste solo.
Yo te perdono. Pero no sé si te quiero
No sé si te quiero.
No me culpes, no nos culpes.
Tú decidiste irte.
Nadie te obligo, decidiste irte.
Estos pseudos poemas
Son para que donde estés,
Entiendas que tu hijo esta loco,
Que no me importa la métrica o la rima
Si no expresar al alma mía.
Quitar mis mascaras y decir sin miedo.
Que este hijo tuyo, medio loco
Te quiere o te quiso, pero no se acuerda,
Porque está loco.