Camino eternamente,
sobre las tumbas aun no escritas,
de los más frágiles sueños,
que ningún ser jamás ha soñado.
Cargando las pálidas alegrías,
de poder llegar hasta lo alto,
de aquellos mundos tan callados,
que en tu mente se han formado.
Entre aquella soledad tan inquietante,
que hoy dentro de ti has ido guardando,
y de aquel triste saber ilimitado,
que de tus ojos muertos fue emanando.