Te conocí en este mismo año
pues no recuerdo
los meses o semanas.
La primera cita
fue para probarnos,
besarnos.
Hacer el amor,
tu aroma
tu pelo,
tu cuerpo y todo
de ti me encantó.
Estaba ilusionado
con tan solo acariciar
tu rostro.
De ante todo
para mí…
eras única.
No te culpo por tu ausencia
no te reclamo
tus reclamos.
No te propuse nada,
No pedí nada
a cambio de nada.
No te enamoré del todo,
Tampoco fui insistente
al conquistarte.
¿Pues para qué te sirvieron mis poesías?
¿Pues de qué me sirvió preocuparme?
Aun así no estaba.
No te digo que te extraño porque mentiría,
Solo te digo que te
di lo que debí darte
no me arrepiento de nada.
Pues no te debo nada,
quise que volaras
y fueras libre.
Pero me di cuenta
de que nunca fui tu prioridad…
que nunca fui tu esperanza.
Y tampoco tu escudo,
debo admitir
que tu partida me ha dolido.
Pero tienes que saber que
mi dolor,
no se lo muestro a nadie.
Porque el dolor es interno,
y ahí debe permanecer…
hoy quiero decirte mujer.
Que fui muy afortunado
al tenerte
en todo momento.
Porque siempre
estuviste
a mi lado.
Deseo tu felicidad
mujer…
porque fuiste mi más preciado.
Recuerdo.