Almohade

EL PERDON DE LA NADA

 

Pasaban los días

 y escuchabas las tormentas

con tus ideas rotas

mirando al mar,

sus olas no te devolvían

nada que no tuvieses

y desconocías las cosas

que antes de ser tuyas

ellas dejaban en la orilla,

y al llegar sus hermanas

mayores, las más grandes

y espumosas,

rompían tu silencio

golpeándote en los pies,

Y sin resentimientos

se llevaban el todo y la nada

de tus ideas rotas

antes de pisar la arena

suplicando perdones invisibles

perdidos en el mar.