Cada párpado, taciturno, dejó
brotar el magma del dolor,
que me causó ver tu sufrimiento.
Y con palabras en silencio,
corrí sutilmente a abrazarte,
para consolarte en mi regazo,
mientras suspiraba en tu oído,
un tierno TE AMO.
Tú de nuevo brillarás en lontananza
e iluminarás cada una de ellas,
mis letras de amor por ti.
AlfonsinaELK
17/12/12