No hubo nada que pudiera decir,
nada que pudiera hacer,
no hubo forma
de cambiar
tu decisión tomada,
la puerta de nuestros corazones,
siempre abierta,
ya con cadena trancada.
Tu maleta de mentiras,
arreglado con cuidado,
pero no habías dado cuento,
que aplastados en los rincones
mis esperanzas y mis anhelos
Incluso
los recuerdos de nuestra intimidad,
dispersos,
cual pétalos de una flor,
una por una,
con indiferencia arrancadas,
dejando desnudo mi suspirado amor.
©®
La foto propia