Soneto decimonónico, alejandrino
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Una cuarteta esconde clausulas medievales
donde prevé poiesis con laúd bajo el brazo,
logra su culto ingenio, pasiones sin rechazo,
su auténtica armonía de juegos matinales.
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Me estimulan los dioses, como Seshat La Escriba,
o Thot en la escritura, Jesús de Nazaret
manipula mi pluma que conquista un triolet
con su poética arte para cuanto perciba.
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Soñé que navegaba, describir no pretendo,
lírica y epopeya lleva la época arcaica
combinando odiseas, las clásicas uniendo.
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Con firme fantasía su afinidad romaica,
la gramática escrita queda sobreviviendo
Con su filosofía praxis nunca prosaica.
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=o=
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Yo navegaba en arte, lo digo con prudencia,
en poética fiesta donde sobraba el vino
con onduladas trovas de letras el camino
los dioses coreaban la musical cadencia.
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Embelesaba el canto. Do mi ángel, se silencia
meciendo así al poema con candoroso verso
la cultura que lleva llenando el universo
que por ser culterano rechaza resistencia.
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Ilumina lo oscuro dando al lienzo más vida
lo social y retórico, siempre palabra imparte,
de cuatro, dos de tres con la rima elegida.
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La música y pintura son hermanas en arte,
poesía, escultura, lleva su alma vestida
y el escritor poeta. Es “Símbolo y baluarte”.
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Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
Guatemala, “Hombre de Maíz, 2009”