Como una fruta madura
tienes el dulzor del mistol
la belleza de la rosa mosqueta
la delicadeza de la guayaba
la magnificencia del mentol
lo exótico de la pitaya
la exuberancia de la naturaleza.
Por eso tus versos
son para mí de grandeza
que habitan en tus planetas
rayan el límite del placer
obnubilando la piel
tantra de todo soma
emanas todas las flores
rasgando las vibraciones
cuando mi alma te mece
y mi espíritu te nombra.