Que tontería la mía, siguiendo tus
pasos, buscando de nuevo tu amor
y sabiendo que ya tienes un nuevo
amante; pero rezo todas las noche
para que calme este dolor, y me
quite este tonto amor por ti,
sabiendo que ya no sientes nada
por mi, solo sé que uno de estos
días despertare alegre. Buscarte
mejor pasará al olvido por tu mal
corazón, y sé que la culpa es mía
por seguir tus pasos sin que me
quieras mujer.