Todo lo cocina con ingredientes de flor de loto en su pequeña solidaridad con la poesía, como si fuera la reverencia de los chinos y la cortesía japonesa en la escritura, en donde se sabe explicar la diferencia del macho leporino y su forma gangosa de gestionar la teoría del colonialismo literario. Se ha considerado gran promotor para hacer frente a las cuestiones políticas y filosóficas para su loable reputación que tiene lugar en los pueblos rurales, ha cruzado fronteras con la intención de colonizar la geografía del lenguaje, con el mismo honorario de un descendiente totonaca llevando el clásico atuendo de gran personaje cosmético de esos serviles de impecable devoción para el cajero automático, considerado al servicio de la política con el tono ligeramente agrio para sentir el pacto de la cultura y la tradición, por cierto con el mismo incremento demográfico a su estilo individualista. Si lo encuentras hazlo sentir el gran bibliotecario altamente histórico, hazle sentir que es legal el libre comercio y la empacadora de carne aunque estos tengan una discriminación literaria: una detestable curiosidad de burocratismo mercantil, hazle sentir como el gran profesor de la educación estricta y su áspero régimen ideológico, hazle reverencia al fundador de asuntos malentendidos en la teoría social y unos centavos en el bolsillo, hazle reverencia al antiguo jefe en vías de extinción que croa como rana camuflada por la civilización literaria, no lo contradigas en los choques de estudios, te pondrá su desgraciado acento de estilo personal de activista popular, no contradigas su sensibilidad occidental porque viene de una expresión popular del cristianismo con ese concepto de ladino público, discípulo del erario y de la pedagogía pública. La escoria al servicio de la clientela para dar testimonio al lenguaje de cuna, especialista en colocarse delante del pueblo agrario con el mismo índice de la vacuna más eficiente para el covid 19. Nada importa si se justifica la palabra y su sagrada simbiosis de las cuarentenas publicitarias , nada importa si ya le encontró el modo basado en la manipulación y su vergonzoso privilegio en las ganancias que representa bajo un modelo de pensamiento, suele darse en las festividades literarias porque le encontró el modus operandi como el botín absoluto de la mercancía.
Ante todo, se ha valido de la cultura comunitaria granjeándose con personajes de críticas constantes hacia mi pueblo, y su injusticia racial que contradice la igualdad cultural solo para destacar en las obras políticas que ha considerado más efectivas, porque su labor esta en dos biografías de privarse las quincenas firmadas por el gobierno actual.
Bernardo Cortes Vicencio
Papantla, Ver, México
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