Tú eres para mí
lo que más quiero en la vida
el arroyito de agua que calmará mi sed,
y el aire puro para mi respirar.
Soy, ya no quiero ser
el que tiene los besos de cualquier mujer
pero de tus labios quiero yo beber
el elixir del placer.
Soy, ya no quiero ser
el agua que corre golpeando la roca,
vadeando el camino, quiero tu amor
y el rubí de tu boca.
Pero recuerda cariño
aún llevo los clavos del desengaño,
ahora soy más desconfiado, más animal
puro instinto, pero leal.
Si después de saberlo todo
piensas aún que soy el hombre que amas,
en tus manos pongo mi corazón
que importa la razón.
Y cuando llegue la hora
te pediré que me cantes del pentagrama
como un susurro, la nota más aguda,
te amaré hasta el fin, hasta morir.
Delalma
Domingo, 08 de agosto de 2010