Volando va el pensamiento
hasta la tormenta estulta
que en la oscuridad oculta
el más duro sufrimiento.
Volando va el sentimiento
que el corazón catapulta
hasta el cielo que faculta
que llueva para el sediento.
Con sus aleteos lerdos
como el pájaro en el cielo
que alza el vuelo, vuela libre.
Haciendo que el canto vibre
su pecho con desconsuelo
sollozando los recuerdos.