Esto es la peor de mis angustias, mi hermosa cortejada
Debo tolerar mirar desde el margen, mientras otro te habla
No obstante, cuando el la suspende, soy yo quien toma tu llamada
La sonrisa que dio acabada, vuelvo a darla yo por empezada.
Por cual motivo puede aquel, poseer tu honesta risita?
Mientras, yo debo convenirme con las lágrimas que te deja
Cuando sollozas sin parar, a sus brazos no te invita
Arribo yo a consolarte, entre tanto gimes en mi oreja.
En tanto el lame el sudor de tu amor, me queda enjugar la sangre
De las perforaciones en tus brazos que en la noche avientas
Es tu deber detenerte, sujetada a algo tan amenazante
Ningún poeta a profetizado la afectuosidad siendo tan violenta.
Si es la valia de dormir a tu lado, el escucharte decir su nombre
Sofocare el mio en las sábanas perfumadas con su loción
Siéntate al menos calida en la noche, me arropare con el frio de diciembre
Y me aliviare al lloriquear contigo, en una fetal posición.
Sin pena, aunque con pesadumbre, pago el precio porque te amo
De haber alguien que querer en lugar de otro, es tu reflejo
El desaliento y desasosiego que colmas, yo lo derramo
No obstante, estoy para salvarte; cuando necesites mi consejo, solo mirate al espejo.