Soledad en un bucle sin fin, nostalgias
extendidas...
La piel de un frio y secó silencio en que mi vida sé ha convertido,
vientos pasajeros de alegrías momentáneas sacuden mi cabeza,
los recuerdos felices caen como cristales quebrantados en el olvido
quedándose la amargura del alma y la tristeza en mi débil corazón.
Grietas fomentan a un derrumbe fatal
de mí autoestima; lo único que quedo fue
un vació, como el lejano abismo astral.
¿Pero porque la felicidad se ha ido?
Por eso también el canto de los pájaros
Se ha extinguido en mis oídos, más no llegan a mi corazón.
¿Es mi vida similar a un mes de invierno?
¡Eso es! Deje de escuchar a mi corazón...
La soledad y tristeza lo envolvió en la nieve
Fría y espesa, apagando el fuego del que
Era llena mi vida. Un destello de reacción
Nublo todos mis sentidos, y recordé el
Sonar de mi corazón palpitante, decidí escuchar su melodía repetitiva que me hizo entrar en razón...
La luz de la esperanza se postro en mi rostro, un nuevo comienzo y el nacimiento
de un propósito, mi corazón hablo y lo escuche, devolviendo el fogoso espíritu,
respondiendo a mis inquietudes en que,
si es mi vida similar a un mes de invierno;
Muriendo en el regazo del tiempo, en la espera de La bella y esplendida primavera.