I
Si pudiera de ti decir, o de ti exclamar; mas mi Chile, yo solo poder escribir:
de la quietud de tus doradas pampas, de tu mar y de tus ríos patria de vida, tierra de Neruda; de la frescura bien vestida sobre tu cordillera, con cánticos de lluvias que pintan cascadas en las alturas ¡mi querido hogar de azucaradas viñas! ¡de dulcísimas viñas, tierra mía!
II
¡Oh, pequeña estreches en el continente! ¡Territorio de juventud alegre!
que se me ocurre tenerte sobre mis hombros, sacudirte del oscuro polvo de los malvados, y acabar con la interminable corrupción de los impíos; para que el frescor de la buena hierba crezca y de origen a la esperanza, de un rojo copihue engalanado.
III
¡Mi Chile!
de huaso y gaucho, de baile cueca; cortejo de amor
¡Mi Chile!
de unas Capillas de Mármol que habitan encima de las aguas, cerca de tus pies
¡Oídme!
Si he de dejarte que no procure mi alma olvidarte,
si he de dejarte \"volverte a ver\".
Christian Jovani
(Derechos reservados del autor).