Karen Rod
Existir
Seré el arrullo de soledades ajenas,
la calma de los amores inconclusos,
el éxtasis de los sueños realizados.
Todo lo que la imaginación cincele
y todo lo que el alma esculpa como un breve suspiro.
Poesía, ensoñación, prosa y delirio.
La voz del mudo, la fascinación del curioso,
el puñal del asesino y la lágrima debajo de la almohada aplastada.
La belleza del canto, lo impensable y lo científico.
Los átomos y la arena del mar desperdigada entre los dedos.
El niño, el viejo y el ausente.
La mujer, la novia y la amante.
Todos se reflejan y todos se repelen en su coincidencia.
Somos el murmullo de la inmensidad,
la inmensa desolación de la galaxia
y la efímera placidez de un orgasmo.
Somos la paz absoluta y la única humana,
la estrella en el negro horizonte
y el sol en el gravitante espacio.
Somos todo y somos nada
y así nos inventamos en palabras
y nacemos en la inspiración.
Así te puedo leer mientras repasas mis páginas
y somos el libro en plena vida.