Soñando amarte como loco,
deseo entrar en tu parnaso,
no pensarte, lo logro poco,
y no anhelo estemos de paso.
Mientras sueño, llueven hacia ti
estas gotas de mi viento azul,
aspirando empaparte de mí
y al secarte, vestirte de tul.
El sueño donde me he perdido,
se encuentra en tus ojos. Tus labios
llevan su nombre; y así no olvido
la causa de mis desvaríos.
Por qué infinitos te he buscado?
Si contestas debes ser veraz.
Y, en cuántos valles te he soñado?
Son sólo preguntas nada más.