Desde esta lejanía, mi amor,
Te recuerdo.
Te imagino sentada,
en la vieja banca de madera.
Mirando el azul del cielo,
Nuestra ilusión de todas las mañanas.
El verdor de los árboles de almendros,
Que parecen besar ese cielo.
Te recuerdo, tranquila.
En la tranquilidad sublime
De tus ojos.
Peinando tus cabellos.
O quizá, los cabellos
dorados por el sol,
De nuestras niñas.
Escuchando, la sinfonía
Armoniosa de las aves:
Azulejos, bimbines, ruiseñores,
El tintín agudo del colibrí,
Al bañarse en el rocío,
Que ha dejado la noche....
Y, a un lado, en espiral,
El néctar evaporado,
Que sube al cielo:
Nuestra taza de café.
Que compartimos.
Que energiza este amor,
Cada vez que estamos juntos.
Y fluye aún en la lejania...
Te recuerdo, mi amor,
Tal cual eres.
Tú eres el complemento final
De todas las realezas en mi vida:
Mi niña, mi princesa, mi reina,
Mi todo.
Y en mi corazon, mi fuente de vida.
Mvictor
25 octubre 2020
D.autor