El silencio es una argolla, la
araña sigilosa que desciende
del árbol, precisa y dolorosa.
Se entretiene en buscar mis huesos
y en esquilmar mis voces
en dictar al viento, su eco eterno:
mira fluir la corriente, y deja,
para luego, todo lo que le concierne.
El silencio es una mirada que desvela
el equipaje de quien la posee.©