Si alguna vez la escuchas
la música que nos unió,
recuérdame.
Hoy tu vida,
que no es mía,
entre mis sueños
y mis ilusiones
rondas como el ayer,
como el hoy,
como siempre.
Sólo las notas
que te perpetúan
me hacen feliz,
sólo al escucharlas
tu imagen vuelve a mí,
llena de fuerza,
sin esperanza,
con tristeza,
y el sol con esos rayos que queman
como en el áfrica,
mi ser nuevamente
se vuelve hacer tuyo,
donde el recuerdo
es lo único que importa.