Ámame querida mía
Con locura y obsesión,
Con honesto corazón
Y una cordial alegría;
Eres sol del mediodía
Iluminando mi rincón,
Donde vive mi pasión
Entre gran melancolía;
Eres la meta anhelada,
Un sueño hecho verdad,
La realidad sagrada;
Por tu real honestidad
Eres, mujer adorada,
Mi paz y felicidad…