No pude sentir más alegría…
fue ese instante donde tu mirada tropezó con la mía...
En tus pupilas completabas cada renglón de mi existencia...
En las líneas de tus manos se grababan las notas
que eternamente mi cuerpo atendería en la cercanía, en la lejanía…
No pudo ser más melodiosa la sintonía cuando las palabras de tus labios rozaron mi sangre.
No pudo haber nada más eterno que el latido de tu corazón en mi pecho desnudo...
No hubo más suspiros en la brisa que nuestros cuerpos bajo los arrullos de la pasión...
No pude ser más feliz incubando cada sueño, cada ilusión, cada palabra de amor…
Mi vida fue poesía, fue locura, fue anhelo
robados al sol, al viento, al pensamiento…
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