Mi amado abuelo paterno
era un hombre buscavida,
que entendía de la vida
y pecaba de moderno,
llevaba sombrero y terno.
Creía tener razón,
incrédulo a la sazón,
ya tenía ochenta y siete
por primera vez se mete,
en el cuerpo una inyección.
-\"Misericordia\"-, farfulla,
si solo hubiera pensado
que bueno vivir prestado
con la enfermera que arrulla,
y se olvida de la pulla.
Lo acaricia un querubín
se había enfermado al fin,
aquí contrajo la boca
giró la vista y enfoca,
el timbre y ya había muerto.
Claudio Batisti