Tu semblante tan dulce, cambió mi amarga vida
llenando con su luz lo oscuro de mi herida.
Se fueron mis tristezas llegaron alegrías,
aquellas tristes noches hoy son fulgentes días.
Olvidé mi pasado mi futuro lo ungías
con tus grandes talentos y pequeñas porfías.
Mujer eres mi vida, te querré hasta la muerte
me diste la victoria, mi derrota fue suerte.
No tengo esclavitud, la libertad se anida
como blancas banderas sin negras felonías
ya sin dolor* disfruto el placer* de tenerte.
*Todos los versos llevan antónimos